Elección en Polarización y Cosecha
El objetivo de la creación es generar e intensificar una experiencia polarizada. Esto quiere decir que el Creador debe elegir su ruta de evolución, a través de la cual glorificará y aumentará la experiencia de conocerse a través de un camino de luz y amor.
Para la sorpresa de muchos, existe la posibilidad de escoger un camino oscuro que, aunque limitado, puede producir una experiencia evolutiva y al mismo tiempo establecer una dinámica de interacción con su camino opuesto, el de la luz.
Dicho de otra manera, existe un camino de luz positivo, el cual es el que siempre hemos conocido de una u otra manera en culturas, tradiciones y religiones que hablan de un proceso de ascensión hacia la divinidad, apoteosis, y también existe un camino oscuro y negativo por el cual se puede conseguir un progreso en las ya mencionadas densidades de consciencia, pero hasta cierto límite.
El camino negativo lo vamos a explorar más a fondo en el siguiente módulo. Tiene utilidad conocer cuáles son las dinámicas de interacción con el camino positivo para poder entender bien lo que podemos esperar cuando nos embarcamos en nuestra propia evolución a través del camino positivo.
Por ahora podemos establecer que existen parámetros por los cuales estos caminos se potencian, y a groso modo empezar a notar las cualidades que definen nuestras acciones en la dirección correcta.
En líneas generales el camino positivo se basa en la aceptación, mientras que el camino negativo se basa en control. De modo que como adeptos en el camino positivo nos interesa es nutrir una aceptación natural que nos potencie la evolución y traiga a manifestación la esencia particular que nos define como un canal del Creador.
El propósito es crear una polarización en consciencia, y en el modelo de la Ley del Uno tenemos un par de conceptos que ayuda entender y disipar confusiones sobre lo que significan, estamos hablando aquí del servicio a otros y el servicio al yo. Hay varios elementos que describen las peculiaridades de cada servicio.
El servicio a otros está marcado por lo que mencioné anteriormente: aceptación. Esta es una aceptación que tiene que ver con la naturaleza de nuestro ser, porque una de las cualidades que podemos notar en nuestra verdadera identidad, la consciencia pura, es que acepta incondicionalmente todo. Esto es lo que Ra llama amor universal.
“[…] el servicio a otros, o como puede llamarse, el amor universal”.
Ra 12.31
El amor universal pertenece al corazón o, propiamente dicho, el centro energético del rayo verde. Por eso escuchamos que nuestra misión es abrir el corazón, y esto tiene un impacto sinérgico con lo que es la disolución del ego, porque la apertura del corazón es de hecho un proceso del despeje de los centros energéticos inferiores. En otras palabras, desbloquear los chacras inferiores nos va a liberar energía que naturalmente sube al corazón.
El perdón
Una de las palabras claves que hay que comprender es el perdón. Para muchos de nosotros esta palabra puede estar algo tergiversada en su aplicación por influencias religiosas, y sin embargo es imprescindible entender a lo que se refiere espiritualmente, así que vamos a analizar lo que realmente significa en este proceso.
En su etimología, perdón viene del latín per donare, per (a través) donare (entregar), lo cual se traduce en términos prácticos a entregar completamente, liberar o soltar algo sin apegos.
A la única persona que debemos perdonar es a nosotros mismos, lo que curiosamente nos pone en la posición de entregar por completo lo que consideramos que es nuestra personalidad, pero ¿por qué haríamos eso? ¿Y cómo está relacionado con abrir el corazón?
Recordemos que el ego está formado por una identificación falsa con la imagen que nos proyecta la mente de nuestro pasado, y eso es un producto de bloqueos experienciales productos de las manifestaciones naturales de nuestros centros energéticos inferiores. De alguna manera continuamos viviendo un yo del pasado, un ser que depende de procesos cíclicos mentales y que se ha comprimido. Esto es lo que llamamos karma, lo cual se puede definir como inercia o acción que requiere más acción para continuar en movimiento.
En el perdón radica la detención de la rueda de la acción, o lo que ustedes llaman karma.
Ra 17.20
Este proceso de aceptación y perdón comienza a liberar energía atrapada o ciclada en los centros energéticos inferiores, lo cual se manifiesta como patrones mentales repetitivos que causan desarmonía en nuestra vida, la sanación está estrechamente ligada a esto. Esa energía ahora puede subir al corazón y ahora se manifiesta como una sensación de dicha y plenitud que es característica de nuestra verdadera identidad.
La Cosecha
Para la cosecha en la tercera densidad, el servicio a otros debe llegar a un 51% o más. Es difícil categorizar lo que abarca el servicio a otros en sí, porque las formas que toma son muy amplias, pero tenemos algunos indicativos de lo que significa en su esencia y en sus expresiones más puras o eficientes.
La mejor manera de servir a otros es el intento constante de buscar la forma de compartir el amor del Creador tal y como lo conoce el ser interior. Ello implica el conocimiento del ser y la capacidad de abrir el yo al otro-yo sin vacilación. Esto implica, digamos, irradiar lo que es la esencia, o el corazón, del complejo mente/cuerpo/espíritu.
Ra 17.30
Esto empieza a mostrarnos que el servicio a otros no es necesariamente una actividad que hagamos, un servicio físico o directo con otras personas, sino que toma parte en el centro de nuestro ser. Conforme conozcamos más nuestro ser, más conocemos al Creador, y con cada parte del Creador que conozcamos en nosotros, más podemos irradiar esa esencia de nuestro corazón para otros sin esfuerzo. De ese modo, nuestro servicio es automático y no dependiente de acciones voluntarias, el ser que se conoce simplemente es ante los demás.
El propósito de despejar cada centro energético es permitir que ese lugar de encuentro ocurra en la vibración del rayo índigo, haciendo así contacto con la infinidad inteligente y disolviendo todas las ilusiones. El servicio a otros es automático en la energía liberada generada por este estado de consciencia.
Ra 57.33
La invitación entonces es a moverse hacia adentro más, a explorar más a fondo la realidad absoluta de nuestro ser, donde tocamos el umbral del Creador mismo y nuestro ser manifestado. Este es el camino interno. La búsqueda se intensifica de esta manera hacia adentro con mayor profundidad, donde el servicio individual de cada uno de nosotros es empoderado y refinado automáticamente como resultado de este regreso al Creador, en la rendición total de nuestra mente condicionada ante una inteligencia superior.
Interrogador: ¿Cuál es el mayor servicio que nuestra población en este planeta podría realizar individualmente?
Ra: Soy Ra. Sólo hay un servicio. La Ley es Uno. El ofrecimiento del yo al Creador es el mayor servicio: la unidad, la fuente. La entidad que busca al Creador Único se encuentra con la inteligencia infinita. A partir de esta búsqueda, de este ofrecimiento, evolucionará una gran multiplicidad de oportunidades dependiendo de las distorsiones del complejo mente/cuerpo/espíritu con respecto a los diversos aspectos ilusorios, o centros energéticos, de los diversos complejos de tu ilusión.
Así, algunos se convierten en sanadores, otros en trabajadores, otros en maestros, etc.
Ra 15.7
La cristalización
Si te das cuenta, lo que continuamos haciendo en este proceso es potenciar más y más las disciplinas de la personalidad. Al conocernos y reconocernos, aceptarnos y amarnos, el resultado es convertirse en el Creador. Esto se comienza a sentir con la gradual y constante paz que empieza a permear nuestro ser, nuestro día a día, dándonos cuenta de que podemos reconocer más la esencia misma del ser en otros, aceptarlos con mayor facilidad, y permitiendo que esta paz les llegue indirectamente a todos.
Se pierden con mayor certeza las capas que forman el ego, y todo lo incierto es iluminado por un entendimiento superior que ve todo por lo que es, sin juicios ni expectativas. De alguna manera lo que conocemos como nuestra personalidad es transformada, porque con cada despeje de las sensaciones de separación, la sensación de completitud genera los cambios que van en la dirección de evolución espiritual, o simplemente cristalización.
El ser cristalizado es llamado así porque no retiene nada, no bloquea nada, permite que la experiencia pase sin resistencia sabiendo que todo está bien y no es necesario intentar controlar nada. Y aún así, no pierde su autenticidad, al contrario esa individualidad brilla más aún en la ausencia de dudas o represiones condicionadas por la mente.
Esta cristalización no es nunca de súbito, incluso en quienes han tenido un despertar abrupto, existe un proceso gradual de liberación e integración de lo revelado, y aún cuando la liberación ha sido casi total, el camino de evolución se extiende hacia el infinito. Esto es importante mantenerlo en mente para saber que nuestro proceso es uno que no termina, porque la paz que podemos sentir y reflejar es infinita. Lo que más se debe atesorar a todo momento, es lo que empieza las disciplinas de la personalidad, el reconocimiento de nuestra esencia de ser.