El Camino Negativo
Debido a las acciones del velo, el Creador se ha podido conocer a través de un camino que potencia la ilusión de separación. Aunque la separación era conocida antes del velo, porque es el medio por el cual la creación se manifiesta (en términos duales todo debe tener su opuesto y por ende crea la ilusión de separación), no había manera de identificarse o perderse en esa ilusión y crear un ego o ser separado.
La experiencia en estas condiciones era un considerablemente insípida, carecía de la pasión e intensidad que ahora experimentamos en aprecio a la vida, el amor, aunque totalmente disponible y palpable en todos sus sentidos, no se experimentaba con vigor.
[…] las experiencias, tanto buenas como malas, o alegres y tristes, de la mente/cuerpo/espíritu antes del velo serían pálidas, sin vitalidad ni el agudo interés que ello aporta al complejo mente/cuerpo/espíritu posterior al velo.
Ra – 105.18
Uno de los problemas que esto generó es que el proceso de evolución, a través de las densidades de consciencia, era demasiado lento, porque las entidades no encontraban razones por las cuales abrir enteramente su corazón, y en mi interpretación vivían conformes y desinteresadas de las acciones y sus consecuencias, sabiendo todos que no había razón por la cual sentir una fuerte compasión por nada, porque nada generaba tal llamado a la experiencia, a fin de cuentas, era visible que todos son el Creador, y nada realmente podía pasarles ni a ellos mismos ni a otros. De ese modo, las experiencias y lecciones de la tercera densidad fueron muy lentamente aprendidas.
Nuestra percepción es que tales condiciones crearon la situación de un nexo experiencial de lo más pálido en el que se obtuvieron lecciones con la velocidad relativa de la tortuga con respecto al guepardo.
Ra – 82.18
Esta explicación nos demuestra el potencial de experiencia que tenemos en la situación actual donde no tenemos acceso al inconsciente directamente. Debido a eso, podemos intensificar la experiencia de buscar y conseguir la divinidad, y en el camino ser de servicio a otros con la mayor pasión que nos pudiera llevar a entregar nuestra vida por la verdad que obtenemos en esta búsqueda. Muchos mártires en la historia han pagado este precio felizmente, descansando en la paz absoluta de su ser.
Antes del velo este no era el caso, y las entidades vivían complacidas sin mucho estímulo para polarizar su búsqueda.
Considera, si quieres, la tendencia de aquellos que son divinamente felices, como llamas a esta distorsión, a tener poca necesidad de alterar o mejorar su condición. Tal es el resultado de la mente/cuerpo/espíritu que no es complejo.
Ra – 82.22
Esto describe una especie de jardín de Edén, donde no existía maldad, pero al mismo tiempo no existía la pasión por la vida de uno mismo o de otros. Ciertamente Ra nos indica que en estas condiciones las entidades solían repetir la experiencia de tercera densidad numerosas veces. Se pudiera decir que la proverbial historia de Edén, donde el humano come del árbol del conocimiento, se refiere a este punto en la historia de nuestra octava de experiencia, donde el velo generó la posibilidad de poder ocultar los hilos que nos unen, ampliando notablemente la ilusión de separación. Ra describe esto como una experiencia más vívida.
Consideramos que esta creación es bastante vívida.
Ra – 76.17
Cada experiencia del Creador por el Creador en este sistema de distorsiones es, relativamente hablando, más brillante o, como dijimos, vívida.
Ra – 76.18
El resultado [del velo] ha sido una experiencia más vívida, variada e intensa del Creador por el Creador.
Ra – 79.27
Algo inesperado pero bienvenido fue el surgimiento del servicio al yo, o el camino negativo. Debido a que el proceso de velado ocultó la evidente conexión entre todas las cosas, indudablemente ocultó la fuerte conexión entre las entidades de la misma densidad, en nuestro caso humanos. Y esta intensa ilusión aparente dio lugar a que el ser pudiera construir una identidad errónea de sí misma como un ser separado, o ego. Así entra a la obra, la entidad negativa.
La primera separación
Una vez instaurado el velo, ocultando la mente consciente de la inconsciente, la posibilidad de confundirse con la sensación de separación se hizo viable. Este camino abrió la vía para la polarización negativa.
Puesto de una manera simple, el camino negativo está fundado en la separación del ser con otros. Esto conlleva a que la entidad trabaje con control en vez de aceptación, porque debe aprender a manipular y dominar cada vez más habilidosamente con la intención de establecer control total. Lo primero que debe aprender a controlar, curiosamente en paralelo con el camino positivo, es a sí misma. Así como la entidad positiva debe aprender a aceptarse a sí misma, la entidad negativa debe controlarse a sí misma.
Te recordamos que el camino negativo es el de la separación. ¿Cuál es la primera separación? El yo del yo.
Ra – 36.14
Sus emociones y reacciones deben ser controladas al máximo, y de esa manera potenciar la parte mental que se ocupa de crear el ego, la mente consciente debe ser usada como una entidad real e independiente. Una vez que se crea el ser separado, se puede intensificar su ilusión hasta el punto de creer que es real y nace una entidad negativa.
Aquellos que han elegido el camino del servicio [al yo] simplemente han utilizado el proceso de velado para potenciar lo que no es. Este es un método totalmente aceptable de autoconocimiento para y por el Creador.
Ra – 85.9
Ra llama a este camino negativo aquello que no es, indicando que la consciencia se ha identificado con la ilusión y la sensación de separación. En nuestra tercera densidad podemos ver la manifestación de esta personificación ilusoria como el ego, una entidad falsa que vive dependiente de nuestra energía mental, y que necesita ser identificada ya sea como parte del sistema ilusorio y por ende liberada (camino positivo), o potenciada y comprada por nuestra mente consciente como nuestra verdadera identidad (camino negativo).
La utilidad que tiene conocer el aspecto negativo de nuestra ilusión de tercera densidad, es poder reconocer los patrones negativos que se han instaurado en nuestra mente a través del tiempo. Esto no quiere decir que estemos polarizados negativamente, sino simplemente que existen formas-pensamiento que alimentan al ser separado, y como adeptos en el camino positivo, nuestro propósito es liberar esos condicionamientos con compasión y aceptación del yo.
El verdadero adepto vive cada vez más como es.
Ra- 73.20
En contraste con el camino negativo, el adepto positivo vive más como es. Esto quiere decir que con la liberación de los patrones de pensamiento que generan la sensación del ego, se abre más la identidad absoluta del ser que es propiamente el Creador en manifestación.
Cada entidad es el Creador. La entidad, a medida que se vuelve más y más consciente de sí misma, gradualmente llega al punto de inflexión en el que determina buscar en el servicio a otros o en el servicio al yo. El buscador se convierte en adepto cuando ha equilibrado, con una adecuación mínima, los centros energéticos rojo, naranja, amarillo y azul, con la adición del verde para lo positivo, pasando así al trabajo índigo.
Entonces, el adepto comienza a hacer menos trabajo preliminar o externo que tiene que ver con la función, y comienza a efectuar el trabajo interno que tiene que ver con el ser. A medida que el adepto se convierte en una entidad cada vez más conscientemente cristalizada, manifiesta gradualmente más y más de lo que siempre ha sido desde antes del tiempo: es decir, el Creador Único Infinito.
Ra – 75.23
Para hablar ahora del sentido práctico que tiene esto en nuestra vida, y sobre todo en este método que estamos explorando, puedes ver cómo el camino interno que nos lleva a conocer nuestra esencia y reconocer constantemente que no somos los personajes ni historias mentales que se han fabricado con el tiempo. El poder residir constantemente en la presencia única de nuestro ser, acelera esta dinámica de disolución del ego y manifestación del Creador a través de nosotros.
La última separación
Recuerda cómo Ra indica que la primera separación es la del yo con el yo, queriendo decir que de alguna manera nuestra identidad se divide. ¿Cuántas veces a diario nos la pasamos hablándonos a nosotros mismos? Ciertamente existe una división que crea la ilusión de yo ser algo separado de la realidad, y es tan creíble que mi discurso mental lo ensaya con voces que le dan más realidad a la ilusión de yo ser un sujeto separado.
Interesados en establecer nuestra verdadera identidad, sabiendo que es una de unidad con el todo, nos es muy útil saber que la primera separación es del yo con el yo, porque si esa es la primera separación en la dirección de más separación, entonces debe ser la última también en la dirección de colapsar la percepción de separación hacia la consciencia unitaria. ¿Podemos comprobar esto?
La respuesta es rotundamente sí.
Puedes notar que otras aparentes separaciones se pueden colapsar con razonamiento, por ejemplo al decir que todos somos una sola raza, la raza humana, ponemos un fin a la idea de que estamos separados por los aspectos físicos que distinguen nuestras facciones. Por otro lado al decir que hay igualdad de género y sexualidad, colapsamos las diferencias en comportamientos que causan disparidad por esas distinciones. Podemos llevar esto a un sinfín de separaciones, incluso al nivel cuántico donde hemos razonado, por observación directa, que no hay separación entre las partículas por el entrelazamiento cuántico. Pero todas estas son separaciones existentes a través del lente primigenio que divide todo: la mente.
Entonces, si entendemos que la primera separación es la del yo del yo, y colapsamos esta distinción (queriendo decir que dejo de verme como un sujeto en un mundo experimentando objetos), la experiencia resultante es una que no requiere la mente, y más bien nos deja en el estado de presencia absoluta. Esta es la sensación de unidad que informa nuestra realidad, y la que hemos estado explorando desde todos los posibles ángulos en este taller.
Tomando lo aprendido hasta ahora, en la introspección del Yo Soy, a diario podemos efectuar ese trabajo interno que tiene que ver con el ser, despejando los centros energéticos inferiores y llevando cada vez más esa energía o prana al corazón. La meditación ahora viene a jugar un papel imprescindible para este trabajo.