Veganismo – Parte 3

Arte por Jo Fredericks

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Música: Cosmic Blessing

Artista: The Intangible


El futuro del veganismo

Ya he expresado que no me resuenan las actitudes radicales hacia el veganismo, entiendo el por qué hay mucha gente indignada porque tienen miríada de razones para estar molestas con el estado actual de la producción de comida, carajos yo también tengo mis preocupaciones y me incomoda también, pero simplemente no creo que la manera de mostrarle a la gente que pueden contribuir a esta causa es haciéndolos sentir culpables y avergonzarlos.

Esto, en mi experiencia, nunca funciona porque a nadie le gusta que le digan que lo que hacen está mal, y esto crea el mayor problema que puedo ver: conflicto. El establecimiento se beneficia enormemente con estos conflictos, se alimenta de ellos del modo más arcóntico, y nosotros los plebeyos nos quedamos peleando esta nueva Guerra contra productos animales.

¿Les suena esa palabra, guerra? Tenemos la Guerra contra el Terrorismo, Guerra contra las Drogas, Guerra contra la pobreza, Guerra contra el Cáncer, y así sucesivamente seguimos. ¿Acaso mejoramos en algunas de ellas? No, sólo empeoran con el tiempo, y en el mejor de los casos nos crean la ilusión de que de alguna manera las estamos ganando con pequeños cambios en el campo. Sólo las perpetuamos al participar en ellas.

Ahora, no me malinterpreten, creo fielmente en que adoptar una dieta basada en plantas no solo es necesaria, sino inevitable. Ahora mismo estamos en la cúspide de producción y consumo animal, y conforme la población aumente y otros países conocidos por sus dietas vegetarianas, como la India, comiencen a consumir más productos animales por influencia exterior, vamos a tener que enfrentar un enorme problema: sustentabilidad.

De hecho, actualmente la producción es insostenible, queriendo decir que no podemos seguir produciendo la misma cantidad sin acabar con el terreno agrícola. En este momento no lo vemos y por ende nadie toma acción, así como lo hemos hecho tantas veces en el pasado, y no es sorpresa que nos han dejado a sufrir las consecuencias de las decisiones irracionales tomadas por nuestros predecesores.

Esto no quiere decir que no estamos cambiando hacia la reducción de esta insostenibilidad, muchísima gente está conscientemente eliminando productos animales de sus dietas y quitándose la venda de los ojos para ver la plétora de razones por las que consumir estas comidas es perjudicial para la salud y el planeta en general.

La transición a una dieta basada en plantas es inevitable a mi parecer, solo es cuestión de tiempo. Nuestros descendiente y generaciones por venir se preguntarán por qué tardamos tanto en darnos cuenta de esto con el advenimiento de una comunidad global impulsada por el intercambio de información gratuita que conocemos como Internet.

Así como ahora cuestionamos cómo la guerra de Vietnam fue concebible y apoyada, o cómo los Baby Boomers destruyeron la economía estadounidense, o cualquier otro mal que otras generaciones han causado en el pasado, nuestras generaciones futuras cuestionarán cómo y por qué nos tomó tanto tiempo entender la necesidad precaria que tenemos para hacer la transición, de la influencia de la industria a consumir productos animales de una manera irrazonable, a un método más lógico.

Yo sé que mucha gente no está viendo el panorama completo, y no es porque no lo sepan o admitan, pregúntale a quien sea y la mayoría estará de acuerdo con que la ganadería intensiva y el resto de las prácticas de producción están mal y deberían prohibirse. Por esa misma razón es que tenemos todas estas etiquetas orgánicas, alimentada con pasto, libre de jaula, sin hormonas, y todo el resto de la insensatez mercantil que crea el espejismo de que están contribuyendo con algo.

Arte por Jo Fredericks

A la gente le importa, pero la industria comercial, el FDA en EE.UU. y los vacíos legales son usados para crear esta ilusión de que estamos haciendo algo positivo por el bien de todos, cuando en realidad son simples argucias para seguir vendiendo los mismos productos bajo diferentes arreglos en los métodos de producción. ¿Cómo sé esto? Porque fui uno de ellos por años en el sector farmacéutico.

No es sino hasta que uno hace su investigación y descubres si algo es aceptable o no. Hemos sido mimados mucho por las tendencias actuales en la sociedad, y a nadie le gusta enfrentar la realidad de lo deprimente que es ver videos de dónde viene su comida. Y no los culpo, yo mismo rara vez los he visto, no tengo el corazón para verlos.

A veces entretengo la idea de que a mucha gente le daría un infarto darse cuenta de que el muchacho que les preparó el sándwich no uso guantes, o si encuentran un pelo en su comida. Ahora imaginen si se enteran de dónde vienen sus comidas al supermercado, cómo es tratada, empacada, y todo el resto de las asquerosidades que pasan en la industria antes de envolverlas ordenadamente y en una bella presentación antes de ser enviadas para consumo.

A cambio, sólo nos muestran el pedazo de producto ya bien publicitado que reconocemos en el supermercado, y en la cabecera de los refrigeradores nos presentan unas imágenes de animales contentos, bellos, y hasta caricaturescos en praderas y granjas de ensueño, como si estuviesen muy felices de ser sacrificados y descuartizados para nuestra conveniencia.

Algo muy importante es que el activismo debe cambiar y dejar de atacar a los granjeros, ya que eso es lo que el Sistema quiere, continuar generando conflictos patriarcales dominantes con guerras mutuas por nuestras diferencias, incluso en nuestros métodos dietéticos. Por el otro lado, crear más grupos de apoyos para ellos va a ser más beneficioso para la causa. La mayoría de ellos no quiere hacerlo, pero están en la misma situación que nosotros: trabajar para vivir.

Así como nosotros queremos renunciar a nuestros trabajos mundanos de 8:00 a 5:00, a ellos les gustaría tener la alternativa de hacer algo distinto. Este mini documental (sólo 15 minutos y subtítulos disponibles) 73 cows muestra como un simple granjero tomó la decisión de hacer algo que su corazón quería y dejó un ejemplo para otros granjeros. Este es un paso en la dirección correcta, apoyar este cambio me parece viable.

Para recapitular mi posición acerca de la dirección en la que vamos, quiero reiterar que cualquiera que sea suficientemente cuerdo quiere que este planeta, y todo lo que vive aquí, se recupere de la devastación que ha causado la industria. Incluso la gente más apática acepta que la necesidad es muy grande ya que afecta su propia existencia y estabilidad.

Esta es la idea central del veganismo en lo que se refiere a la comida y el estado del mundo como un todo. Así que, volverse vegano no es un orgullo que debe mostrarse ni pavonearse, tampoco hay un parámetro que te da credenciales para ser Vegano. Se refiere a reducir el consumo de productos animales cuando expandes tu consciencia de cualquier modo para reconocer el daño extremo que le está causando al ecosistema de Gaia.

Una alternativa prometedora, pero cuestionable

En el medio de esta explosión en dietas basadas en plantas hay un prospecto que ha estado atrayendo millones de dólares en fondos, promete una reducción y eventualmente sustitución de la ganadería intensiva: carne de laboratorio. La premisa es que tomando una muestra celular de un animal (cerdo, pollo, vaca, y otros), se pueden reproducir las células in vitro y ¡voila! Tenemos carne que no vino de un animal muerto.

Esto parece una solución elegante y moderna al desastre que estamos causando en el mundo con nuestras prácticas agrícolas. En el 2013 costaba cientos de miles de dólares producir una hamburguesa de este tipo, hoy el precio ha bajado a unos $11 o menos, convirtiéndola en una gran candidata a competir con nuestro método arcaico de producción de carne.

Así como Elon Musk ha hecho con autos eléctricos, donde tomó un concepto aburrido y creó un diseño tan elegante que hizo ver a los carros de combustibles obsoletos, la industria ahora está atrayendo a los carnívoros con una carne completamente sintética. Debido a que el sabor es indistinguible del de animales reales, o eso dicen, la gente probablemente se empiece a cambiar.

Como todo lo demás, esta carne va a ser más barata de producir, al punto de alcanzar niveles competitivos con las regulares. Claro, va a encontrar resistencia por el lado de algunos trogloditas arraigados, pero al final lo que importa es el dinero y la asequibilidad, si es más barata y sabe igual o mejor, la van a comprar.

Esto va a ayudar a bajar bastante la producción actual, sufrimiento animal innecesario, reducir terreno agrícola, y el resto de los problemas que enfrentamos ahora. Probablemente va a obtener más apoyo y fondos de parte de algunos políticos e instituciones que quieran aprovechar la popularidad y poder que tienen al crear la solución que todos queremos para acabar con la ganadería intensiva.

A este punto ya debes estar percibiendo que hay algo aquí que puede y va a salir mal, y tu intuición no te falla.

No puedo hacer muchas suposiciones de cómo esto puede ser manipulado por ingeniería molecular, siempre hay la posibilidad de que ya sea ingenuamente vayan a generar propiedades desfavorables para las respuestas metabólicas humanas, o intencionalmente agreguen y modifiquen algunas características que van a causar daños como ya lo hicieron con el trigo y la soya.

El simple hecho de que la comida sea sintetizada me pone cauteloso de lo que puedan hacer con ella, simplemente no confío en la mano que lidera y controla esta producción, tampoco confío en su conocimiento de qué puede pasarle al cuerpo humano a corto y largo plazo.

Sin embargo, prefiero que aquellos comiendo carne se consuman esto a su propio riesgo en vez de animales, incluso si les causa los mismos o peores problemas que antes, al menos son solo ellos los que sufren y no los animales también. Como siempre, es decisión de cada quien y todos vivimos con las repercusiones de nuestras decisiones.

A pesar de que me parece que es una buena solución para reducir la ganadería intensiva y la prefiero, no cambia mi perspectiva de que la verdadera comida nutritiva viene de lo que Gaia nos da a través de los procesos naturales que requieren la menor cantidad de conversión de energía solar, como una dieta basada en plantas.

El fanatismo vegano

Hay una distinción muy clara entre el método fanático hacia el veganismo, y el internamente motivado. Afortunadamente solo unos pocos veganos son vocales y agresivos al expresar sus visiones y pensamientos, algo que es recibido con evidente resistencia, burla, contraargumentos, y el resto de nuestros comportamientos conflictivos con los que a los humanos nos han condicionado a reaccionar cuando se nos desafían nuestras convicciones.

Desafortunadamente, solo se necesitan unos pocos fanáticos para crear una reacción masiva a las declaraciones y propuestas radicales que hacen, y esto es usualmente lo que crea oposición ante algo que de otro modo es bien intencionado.

La verdad es que todos estamos en esto con al menos algo de consideración para reducir el consumo de productos animales, lo cual quiere decir que si algunas personas quieren eliminar algunos productos y no todos, incluso si es por un corto plazo, está sirviendo a la causa mayor.

El simple acto de decir que uno es vegano y demostrar virtud al respecto tiene una sensación de superioridad, piénsalo, la mayoría de la gente una vez que escucha eso se dan cuenta de que ellos no lo son, y por defecto significa que están haciendo algo errado, malo, o simplemente negativo.

Por eso es que algunas personas que son propensas a comportamientos agresivos empiezan a pelear contra el veganismo, se sienten insultados de que otros se sientan superiores y su reacción natural es ser despectivos. Tienen razón en que nadie está por encima de nadie, ni por debajo.

Otros que no son tan beligerantes pueden sentirse apenados, culpables, o avergonzados, sensaciones terribles que no se le deberían infundir a nadie. Para estos veganos fanáticos, hay muchas cosas que hacen que son completamente negativas desde el punto de vista de alguien más iluminado o avanzado espiritualmente. Si se dieran cuenta de esto, la sensación sería entristecedora al menos.

Quizá la mejor manera, como siempre es el caso al expresar unidad, armonía, amor, agradecimiento, y positivismo, es irradiarlo. Sólo ser uno mismo sin dar más información de lo que se pide, y teniendo una actitud positiva, respetando las visiones y estilos de vida de nuestros hermanos y hermanas.

Una esperada dirección

Arte por Jo Fredericks

Como ya dije, estoy convencido de que una transición a un tipo de vida vegana es inevitable. Ahora mismo no es admitido por la ciencia corriente lo perjudicial que son los productos animales para la salud humana, y los beneficios de una dieta basada en plantas apenas está surgiendo. Recuerda que la ciencia toma décadas de estudio para finalmente concluir con propiedad si algo es o no es, carajos, ni siquiera sabemos todavía de lo que están hechos los anillos de Saturno. Por eso estamos como estamos.

Esto va a ser como la historia de Ignaz Semmelweis que aconsejó a los cirujanos y doctores a lavarse las manos antes de una cirugía, luego de ver la reducción de infecciones y mortalidades en la sala médica donde trabajaba, que estaba implementando esta ahora evidente práctica de desinfectar los implementos antes de operar a la gente. Fue ridiculizado, avergonzado, y eventualmente internado en un manicomio, donde eventualmente murió luego de 2 semanas en confinamiento, irónicamente de una infección.

La historia se repite una y otra vez con diferentes, pero obvias similitudes en cómo ideas novedosas son presentadas con evidencia. Siempre he apreciado la ciencia y los estudios, todos lo hacemos, pero al mismo tiempo sabemos cómo el cabildeo y los financiamientos pueden alterar la interpretación de la evidencia con el propósito de preservar el negocio y ocultar cualquier amenaza a la perpetuación de la industria.

En un análisis por John Dunham y Asociados en el 2016 se mostró que la industria de carne y aves en los EE.UU. representó un $1.02 billones en el total de rendimiento económico, lo cual fue 5.6% del PIB ese año. La industria y el gobierno evidentemente no quieren perder ganancias, y por eso oscurece la percepción de lo que es saludable para la población si atenta contra su lucro. Nada nuevo aquí.

Arte por Jo Fredericks

Pero eventualmente esto va a ser desfasado, y así como muchas otras industrias han venido y se han ido, esta como la conocemos va a mutar hacia algo distinto o dejar de existir. Cualquiera que sea su destino, los productos animales van a irse por el camino del dodo un día, y todos los oscuros y efectos escondidos de consumir los productos animales actuales comenzarán a salir como algo impactantemente nuevo.

Dependiendo de donde esté el estado de consciencia de la humanidad en ese momento, nos van a introducir con un substituto (la carne de laboratorio es sospechosa aquí) que continuará cumpliendo la agenda de las corporaciones: ganancias a través de consumo masivo, y mientras están en eso, otros van a buscar agregar otros elementos que seguirán suprimiendo la salud de la gente.

A este punto ya no es una sorpresa cuando decimos que nuestra comida, aire y agua han sido contaminados a plena vista de aquellos que supuestamente controlan las regulaciones de la salud pública, negar esto en el 2019 es estar aún bajo la influencia de la propaganda del siglo 20 en que tu gobierno tiene tus mejores intereses en mente. Todavía no me he encontrado con alguien que se crea esto de corazón.

Un aumento de consciencia, como está sucediendo rápidamente ahora, debe establecerse para que identifiquemos y tomemos acción para evitar estos contaminantes y compuestos perjudiciales agregados a la comida industrial, desde químicos innecesarios hasta aditivos de origen animal irrelevantes.

Por ahora, sólo nos queda tomar decisiones, basadas en nuestro conocimiento actual y no en lo que nos dice la industria, para evitar cualquier cosa que pueda representar una amenaza a nuestra salud, el estado del bienestar animal, y el futuro de nuestra preciada Madre Tierra.

Partes anteriores

Veganismo Parte 1

Veganismo Parte 2

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